11 septiembre 2008
La verdad sea dicha
Una de mis cuentas pendientes es no haber firmado el libro que ilustra esta entrada. Bueno, al fin y al cabo Antonio Luque afirmaba que al enfadarme yo ponía cara de apicultor. Es broma. Pero hace gracia. En serio.
En realidad lo que quiero decir es que me apena no haber podido publicar mi tercer libro de poemas (titulado, ejem, "Ensayando una mueca"). Sería la continuación a "Verano Muerto" que "data" de 1999 nada más y sobre todo nada menos. Quitando un par de apariciones en Babelia y alguna colaboración de aquí-te-pillo-aquí-te-edito, desde entonces sigo inédito.
Y resulta frustrante de verdad. A pesar de ciertas tentaciones para dar gato por liebre, algún concurso evitado más por pereza que por integridad y la siempre socorrida opción de la autoedición (buenos días, tristeza), de momento no news mean bad news.
Y lo peor es que sin tercer libro no habrá cuarto. Y aún peor es reconocer que el cuarto está casi terminado, y que me encantaría empezar el quinto.
Pero la cuadratura de los círculos literarios está en mi contra. O simplemente no soy lo suficientemente bueno. Mis metáforas quizá sean como el bacalao seco que se vende en los mercados el día antes de Navidad: una ganga para pobres donde el primer pobre soy yo, Señor Paupérrimo.
Al final tendré que fotocopiarme por dentro en forma de fanzine. "Menos que xerox", podría llamarse el invento (que me perdone Mr. Easton Ellis).
Y entonces esto me ha sorprendido. He mirado una y mil veces la fecha del post para comprobar que no es 1999 o 2000. Que viva la buena memoria, que no hace daño a nadie.
Sorpresa!
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3 comentarios:
Ánimo, compa Jesús, que querer es poder; y si tienes claro que quieres, y te pones a la tarea, seguro que llega el fruto. Y los seguidores de tu blog que lo veamos, claro...
Un abrazo.
Es que Verano muerto, estimado Jesús, es uno de los mejores libros desde hace ya muchos años y sé de más de uno que espera como loco ese tercero, cuarto, quinto... Un abrazo fuerte :)
Gracias por vuestras amables palabras. La verdad, me habéis dado motivos para perseverar. Abrazos!
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