16 octubre 2008
Mount Eerie: lo bello y lo triste
Las fotos de Phil Elverum son enigmáticas. A veces parece un enano en el jardín del mundo. Otras, un druida sin apartado de correos. Pero lo que nunca falla es su capacidad para dejarnos sin habla cuando compone, interpreta, escribe, canta o toca la guitarra. En mi opinión estamos ante un Will Oldham sin rancho ni relatos de Flannery O' Connor cual Biblia cosida al bolsillo interior. Que no sea tan popular como Bill Callahan solo puede deberse a que valoramos más el autismo y las preguntas retóricas que la soledad voluntaria y los besos con la nariz. Cada vez que escucho este disco me parto por la mitad. E imagino otro cuarto y mitad que se encierra en un cuarto. En esos dormitorios en los que uno se estremece al escuchar piezas como "Who?" o "It wasn´t the hunting" o "Moon Sequel" o "Great Ghosts" y piensas en cuándo fue la última vez que sentiste que alguien dentro de ti se mudaba muy lejos. Los 19 temas de "Dawn" son pequeñas historias que evocan el invierno de 2002-2003, que Phil pasó en una cabaña perdida en un remoto lugar de Noruega, sumergido en sus cosas, que no sabemos si son muchas o pocas, pero que dan para un álbum de notable altísimo (creo que superará con creces la severa evaluación del tiempo). Una obra sobre la naturaleza, la muerte, la vida, el amor y el olvido, con un puñado de salmos que jamás se convierten en letanías (y no quiero señalar). Si ya el universo de Elverum suele ser auto-referencial, aquí se lleva la palma con canciones que hablan de otras, que ya habían sido otras, o que lo serán: esqueletos que posiblemente grabará en el futuro. Pero más allá de todo esto está la mágica combinación melancólica de poemas sencillos (que no simples), una voz emocionante como pocas y una guitarra que a veces duele y a veces se deja querer, como hacemos todos en manos de los demás, en manos de los otros, aunque a veces ellos no lo sepan.
Aquí, un sensible
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3 comentarios:
Phil Elverum es el principal motivo por el que me acercaré al TT este año. Desde que su voz me hechizó a principios de la década, no hacía más que esperar (desesperado) a que algún día se pusiese a tiro. Tuve mi dosis en el Primavera, pero no fue en absoluto suficiente; necesito más.
Gracias, gracias, gracias!!! Llevo tiempo leyendo tu blog y solo te tengo que agradecer las recomendaciones que das sobre música.
Y con Mount Eerie ya no me he podido resistir a escribirte.
Fue una alegría conocer tu blog ya que sigo al sello desde tiempos ya "viejunos" (todavía tengo conservadas las cartas manuscritas que me enviabais con los pedidos de Emak Bakia o Diariu que recibía).
Sigue así Jesús, que seguiremos atentos a tus comentarios.
THE UGLY FACED BOY a.k.a el malagueño que odia el sol
No lo conocía pero es como para tenerlo en cuenta.
Gracias!!
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