02 enero 2009
Ella, la breve
Ella no tiene cuerpo. Ella es como de otro mundo. Ella es como un ángel recién levantado. En su aspecto parecen fundirse todos los libros leídos por todo aquel que la mira. No posee una belleza corriente, y a mayor y más selecta la biblioteca de su amante, mejor sabrá amarla éste, hechizado por sus pómulos de hielo y sus ojos como de falsa pitonisa mirando tramposos de café.
Había algo en ella que siempre estaba alerta. Una especie de motor de frigorífico en el alma, con su ruido y su vibración cada pocas horas. Serenidad y zumbidos en medio de la noche que más de una vez dejaron a sus amantes sin poder dormir. “¿Leerá mis pensamientos incluso bajo las sábanas?” se preguntó Juan. “¿Es que ya sabe que mañana voy a dejarla por su mejor amiga?” se preguntaba Toni. Era un tercer, un cuarto ojo de legionario en guardia y tiempo de guerra. En realidad ella ignoraba todo eso, y también cosas más evidentes, como las mentiras, el sudor frío, los mordiscos en el cuello, las manchas de carmín y las metáforas de segunda mano de su primer novio, su primer verdadero amigo o su primer amante, todos ellos ya lejos de su vida. Ella soñaba mucho. Con una avispa sin alas cuya muerte contemplaba con deleite, el aguijón rozando los azulejos de una piscina. Con el patio de su colegio cuando aún era una niña. Era incapaz de saber a quien iban dirigidas las pintadas. Había insultos a profesores que no reconocía, corazones con chicos y chicas que nunca fueron compañeros suyos, frases cuyo significado ignoraba por completo. O su pesadilla más común: subirse a un taxi y exclamar “siga ese coche”. Cuando el taxista preguntaba “¿Qué coche?”, siempre respondía: “cualquiera, siga cualquier coche, y dese prisa”.
Cada vez que ella ponía un póster en la pared pensaba en todo lo que iba a ocurrirle antes de que tuviera que despegarlo. En noviembre colgó uno de Leonard Cohen a un soporte de corcho que su padre había colocado para que no estropease la pintura cuando la ayudó con la mudanza, y unos meses más tarde decidió quitarse la vida.
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