Matt Elliott
presenta su último trabajo, Only Myocardial Infarction Can Break Your
Heart, acompañado, como es habitual,
por su guitarra, sus pedales y sus peculiares instrumentos.
7 MAYO: Clavicémbalo (LUGO)
8 MAYO: Bar Labranza (PONTEVEDRA)
9 MAYO: Casino (XIXÓN)
10 MAYO: Teatro Municipal (GUARDA/Portugal)
11 MAYO: Comunidade Artística Limiana (PONTE DE LIMA/Portugal)
11 MAYO: Comunidade Artística Limiana (PONTE DE LIMA/Portugal)
12 MAYO: Berlín (ZAMORA)
13 MAYO: Casa Tomada (A CORUÑA) + Shana Falana
14 MAYO: Mercado Negro (AVEIRO/Portugal)
15 MAYO: Maus Hábitos (PORTO/Portugal)
16 MAYO: Salón de Teatres (ALMENDRALEJO)
17 MAYO: Fotomatón (MADRID)
18 MAYO: La lata de Bombillas (ZARAGOZA)
Hace
dos años que Matt Elliot nos había entregado The Broken Man, un álbum a flor
de piel, desnudo, posiblemente el más oscuro de su carrera. En Only
Myocardial Infarction Can Break Your Heart, su último trabajo, anuncia un
optimismo totalmente inesperado en este músico. Un nuevo comienzo, tal vez una
forma de esperanza renovada. Sea lo que fuere, este nuevo disco introduce una
nueva dimensión en la música de Elliott, sin que en ningún caso haga tambalear
sus cimientos.
Desde
las primeras notas se percibe un clima menos sombrío que de costumbre, y el
oyente se sumerge de forma inmediata en esta nueva atmósfera. El primer tema,
de más de 17 minutos, es el manifiesto de una nueva dinámica: el deseo de
seguir adelante sin importar los obstáculos. La melancolía que siempre ha
surgido de la música de Elliott se transforma aquí en una energía bulliciosa, a
la par que extremadamente cálida. Más que nunca, se las arregla para combinar
la sombra y la luz dentro de una misma canción. Las emociones no se oponen,
sino que se complementan de la más hermosa de las maneras. Es evidente que la
bruma se ha disipado y muestra el camino tal y como es; sinuoso, rocoso,
avanzando hacia territorios llenos de serenidad.
Tanto
es así que uno nunca se ha sentido tan próximo a un músico escuchando uno de
sus discos, hasta el punto de tener la sensación de estar a su lado, en su
habitación, compartiendo un momento raro, inesperado y por tanto inestimable de
intoxicación... “Solo un infarto de miocardio puede romperte el corazón” parece
ser la obra de reconstrucción de un hombre roto, impregnado de desesperación.
Y si la carga emocional es menos fúnebre, la intensidad permanece intacta.
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