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22 diciembre 2008

Nacho Vegas: El Manifiesto Desastre


NACHO VEGAS – El Manifiesto Desastre – Limbo Starr (2008)
(versión larga de una crítica aparecida la semana pasada en el diario Público)

Sabemos donde reside la clave, el truco (hablamos, no cabe duda, de un artista que ejerce de ello hasta cuando saca la basura): ser tan sincero que parezca mentira. Es decir, que la realidad sea tan verdadera que nos suene a ficción, a articulada articulación, a talón de Aquiles de críticos, fans y público en general. Y podemos seguir intentando encontrar las diferencias entre sinceridad e impostura en la obra del asturiano Nacho Vegas mientras escuchamos las canciones de su cuarto álbum en solitario. Cuando parecía haberse encerrado en sí mismo, de repente se amplifica. Cuando nos había convencido de que su ombligo merecía la pena, resulta que nos pide una cesárea, que se inventa de la nada un cordón umbilical con otros artistas, otras voces, otras influencias. Puede ser una ranchera, un homenaje a Elvis trufado de pleitesía al Glam (“Lole y Bolan (Un amor teórico)”, o algo que recuerde a alguien muy sabio (casi siempre Leonard Cohen) que te ofrece su mano y te acerca hacia la luz al final del túnel, el único sitio en el que se te ha prometido ser feliz y vivir en paz. Pero cuando bajas tus defensas, ya le está tocando el culo a tu novia y te ha conquistado por completo.

He hecho la prueba en varias situaciones. Y el aficionado ocasional responde: “Serrat (en los 70, que quede claro)”. O menciona a Nick Cave. Hay quien se acuerda de Hilario Camacho. Y también se dice que es como Paco Ibáñez sin camisa negra ni versiones. Y entonces sabemos que “disco de madurez” significa que Nacho Vegas se explica mejor, que son las mejores letras que ha escrito nunca, que se ha superado a sí mismo sin llegar a ese punto de inflexión en el que otros cantautores (eléctricos o no) empiezan a rodar cuesta abajo. En “Detener el Tiempo” canta “y crecí tratando en vano de desentrañar / todo lo que el miedo esconde / y yo me hundía en el ‘Blonde on Blonde’”, algo que en boca de la mayoría de los compositores que conozco sonaría ridículo, pero que aquí resulta brillante.

Lo logra porque por primera vez no pretende hacerte cómplice de su sota-caballo-y-rey de escapismo, autobiografía, literatura y pura vida cortada con algo muy chungo. Hay tantas referencias como para parar el tren de Glasgow: el infravalorado Dylan de “Infidels”, el Dennis Cooper de siempre, los sempiternos Randy Newman y Nick Drake, Guy Clark (al que adapta al castellano convirtiendo “Anyhow I love you” en “Nuevas Mañanas"), Jose Alfredo Jiménez, Fernando Pessoa. Pero sobre todo –y esto es síntoma de encontrarnos ante un clásico- nos enfrentamos al mismísimo Nacho Vegas, autor de dos de las canciones más tristes escritas nunca en castellano o cualquier otro idioma: “Junior Suite” y “Morir o Matar”. Aquí, en “El Manifiesto Desastre”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola me llamo Javier Mateos y te pego ésto que escribí en uno de esos blogs "chorras" al hilo de lo que escribes en tu blog - que por cierto me ha llegado vía Acuarela-. Feliz Año.

"Ahora que hace listas hasta la puta madre que lo parió, todo el mundo sabe de música, todo el mundo es "grunge", pues yo no voy a hacer ninguna. La haré para tener mi base de datos y se la haré llegar a 4 gatos, a los que de verdad les gusta la música y no se mueven por pose ni por modas, que se quienes son. Después de analizar casi todas las del mundo, coincido en muchas cosas del panorama internacional, pero me he llevado las manos a la cabeza en el terreno de la prensa musical nacional, y para ser más exactos con lo referente al "indie" patrio. Por partes: me parece nauseabundo que al "Milagro de Lourdes" le den coba, no lo entiendo, como esta pánfila sin nada más que una voz educada puede estar entre los 10 discos del año. Segundo, Chinarro ha hecho su peor álbum desde que lleva en esta historia, de su "Historia" vamos ¿ Cómo se entiende que esté también entre los 10 primeros? ¿ Amigos? ¿ Colegas? No sé, no entiendo nada, más bien lo entiendo todo. Y tercero y último, por una parte me alegro que el gran genio de este país, Nacho Vegas, no cope portadas ni los primeros puestos de las listas, sí, aquí huele a mierda que apesta. Que su último disco, una obra maestra al alcance de muy pocos, no sólo a nivel nacional ¡a nivel internacional! no esté el primero o el segundo o el tercero es inaceptable. Que "Dry Martini S.A. " una de las mayores y mejores canciones que se hayan hecho jamás en lengua castellana, no sea la canción del año, ni aparezca en la lista de las canciones nacionales del RDL... Como se entiende sino que en la crítIcia del disco, en este último número, lo ponen a parir y acto seguido lo colocan el número 13. Patetismo e indiganción. Vulgaridad, lo llamo yo y ridículo en estado puro. Supongo que al gran Nacho le tocará las pelotas... Lo realmente preocupante de todo es que nuestra querida Virgen Pepona de Lourdes (R. RED) este pululandando por ahí arriba. A todo esto y ¿Travolta? ¡Ay amigos aquí huele a mierda! la prensa nacional está podrida, está claro. Sí, ahora resulta que el Crepúsculo es la luz de la música nacional... ¡PUFFF!